1. El
regateo es una práctica común en este país. Ahora sí, hay lugares en los que se
están actualizando y ya tienen los precios fijados. Hemos llegado incluso a ver
carteles en la Medina de Marrakech dónde avisan: “No se admite regateo.”
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Preciosos espejos en la medina de Marrakech. |
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Objetos típicos en la medina de Marrakech. La piedras de colores del centro de la imagen son muy llamativas y las encontraréis de todos los colores. Ideales para adornar alguna estancia de la casa. |
2. Si
vas a regatear, lo normal es que empieces por un precio bajo, y se llegue a un
acuerdo finalmente, en el que el comerciante te lo venda a la mitad del precio
que dijo al principio. Si no llevas a cabo esta práctica, el comerciante
pensará que no ha hecho un buen negocio.
3. Tampoco
hemos de pasarnos regateando. Recordar que es un país artesano, en el que casi
todo está hecho a mano y lleva un gran trabajo detrás.
4. Aún
así, cuando ellos digan: “Lo siento, no puedo” es que más barato no te lo van a
vender. Deberías aceptar en ese caso el último precio que se te ofreció si
realmente te interesa la oferta.
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Nos encantaron estas pequeñas lámparas que parecen sacadas de la película Aladín. Estuvimos a punto de llevarnos una cada una. ¿Saldría el genio si la frotásemos? |
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Nosotras las llamamos "Cuscuseras". Nos quedamos con las ganas de traerlas, pero no teníamos ni un milímetro de hueco en la maleta. ¡En nuestro próximo viaje nos traemos un par de ellas! |
5. No
vayáis preguntando precios a diestro y siniestro, solo por las cosas que
realmente os interesen, porque se pueden molestar con facilidad.
Os recordamos que estos cinco puntos son simples consejos, cada uno actúa de la manera que le parece más oportuna, pero siempre hemos de hacerlo desde el respeto. ¡Que compréis mucho!
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